Diversos estudios realizados por académicos pertenecientes a la Asociación Red Renta Básica, han demostrado que se puede financiar una RBI igual al umbral de pobreza (las investigaciones se han hecho con datos fiscales referidos a Cataluña, España y Gipuzkoa) a través de una reforma radical del IRPF. Las características comunes de los diversos estudios son las siguientes:

  • La RBI estaría exenta del IRPF.
  • Cualquier prestación monetaria pública inferior a la RBI queda eliminada, y cuando es superior a la RBI, se complementa a la misma para que la persona perceptora no pierda.
    Quienes promovemos la ILP para una RBI en la CAV, hemos introducido una modificación que nos parece necesaria por coherencia ideológica: las prestaciones de carácter contributivo (pensiones y prestaciones de desempleo), tendrán el mismo tratamiento que los salarios, es decir, en lugar de ser absorbidas por la RBI, se sumarán a la misma y posteriormente serán sometidas al gravamen fiscal del IRPF que les corresponda.
  • La RBI se autofinancia, es decir, no genera un déficit neto estructural. Lo que quiere decir que lo que se recauda en el IRPF hasta ese momento se sigue recaudando, además de lo necesario para financiar la RBI.
  • El impacto distributivo es de carácter progresivo (quién más gana, más impuestos paga)
  • Más del 50% de la población adulta, con menores ingresos, mejora su renta neta respecto a la situación actual, así como, obviamente, la totalidad de las y los menores.
  • Cualquier hogar por debajo del 20% más rico (con mayor renta) nunca empeorará su nivel respecto a la situación previa a la reforma.
  • Los resultados de los índices de progresividad y distribución, manifiestan unos valores muy claros a favor de una mayor igualdad en la redistribución de la renta posterior a la reforma.

Una vez demostrado que con la sola reforma del IRPF, la financiación es viable, el debate sobre la financiación se coloca ya en otro plano.

Se pueden abordar todos los impuestos hoy existentes y otros nuevos a crear para llevar a cabo una reforma fiscal con pretensiones más amplias que la de financiar una RBI.