¿Qué es la RBI?
La Renta Básica Incondicional (en adelante RBI) es una asignación económica pública dirigida a garantizar que las necesidades básicas de toda la población puedan estar cubiertas. Sería una renta mensual, al menos superior al umbral de la pobreza, pagada por las Administraciones Públicas a todas las personas que vivan en un mismo territorio.
¿Quién la recibe?
La RBI es individual, incondicional y universal. La recibe cada persona, independientemente de con quién viva, de sus ingresos y patrimonio, y sin necesidad de cumplir ningún requisito.
¿Cuáles son los objetivos principales de la RBI?
El principal objetivo es poner fin a la pobreza y la precariedad. Y vinculado a él, garantizar una suficiencia económica mínima que permita abordar proyectos de vida, desde una mayor libertad y autonomía. La libertad es imposible si carecemos de recursos; la libertad exige recursos incondicionales. Esto supone un poder de negociación para rechazar y decir no a lo que nos hiere, a lo que nos domina; para poder decir que sí a una interdependencia, a unos trabajos y a unas vidas que sintamos todos y todas como verdaderamente propios.
¿Qué cambiaría con una renta básica incondicional? Inventando un futuro para todas
Acabar con la pobreza, garantizar una vida digna
Que toda persona tenga derecho a una renta mínima es la manera de frenar la pobreza y garantizar el derecho a la participación social y la autonomía personal. Este derecho debe ser directo, sin burocracia y sin condicionar al empleo.
Una nueva forma de pensar el trabajo
Erradicar el empleo precario que lastra nuestra sociedad. Superar el empleo como único horizonte de realización personal y aportación social. Apostar por el progreso y una economía productiva frente a una economía de servidumbre.
Feminismo, recursos y autonomía
Garantizar un ingreso que permita reducir desigualdades, mejorando las condiciones de vida de todas. Garantizar recursos para que cada persona pueda decidir sobre su vida con autonomía.
Una nueva forma de repartir
La renta básica es el mecanismo de redistribución del siglo XXI. Frente a una desigualdad social creciente, necesitamos mecanismos para romper la barrera entre 1% y el 99% y no permitir que una élite acumule toda la riqueza.
Emancipación, libertad personal y centralidad de la vida
Garantizar vidas libres de explotación, el derecho a la realización personal y desarrollar las capacidades de cada persona libremente. Tiempo para invertir en nuestras comunidades, nuestra salud mental y nuestras redes cercanas.
Ecologismo y sostenibilidad
Hacer posibles vidas sostenibles. Cuando el empleo es el centro de todo dañamos a las personas y al planeta. Liberar tiempo para llevar modos de vida sostenibles y cuidadosos con nuestro entorno.