Poner fin a la pobreza y garantizar una seguridad económica mínima que permita desarrollar proyectos de vida con una mayor libertad y autonomía. La libertad es imposible si carecemos de recursos; la libertad exige recursos suficientes. Esto supone un poder de negociación para rechazar y decir no a lo que no nos conviene, a lo que nos domina; para poder decir sí a unos trabajos y a unas vidas que sintamos como verdaderamente propias.

Son también objetivos de la RBI:

  • terminar con los modelos de rentas mínimas condicionadas, que se han demostrado incapaces de acabar con la pobreza: esto afectaría a la RGI del País Vasco, que sería sustituida por la RBI
  • mejorar radicalmente la redistribución de la renta, tanto por la propia RBI como por la reforma fiscal profunda que sería necesario llevar a cabo para financiar la nueva prestación.